José Heredia Maya

El escritor, poeta y dramaturgo caló José Heredia Maya (1947-2010) fue un de las figuras intelectuales más destacadas en la Andalucía de la segunda mitad del siglo XX y un referente crucial durante la llamada transición democrática española. Nacido en Albuñuelas (Granada), fue el primer catedrático gitano reconocido de la historia de la universidad española.
Después de licenciarse y doctorarse en Filología Románica, fue profesor de Literatura en la misma universidad, desde donde desplegó una prolífica producción como poeta, dramaturgo y ensayista que le sitúan como el intelectual gitano más importante del siglo XX en el Estado español.
El impacto histórico proverbial del fenómeno "Camelamos naquerar", cuyo corazón fue el aclamado poemario de José Heredia Maya, Penar Ocono (1973), convertido en guión de la obra, sigue siendo, a día de hoy, indiscutible. Así lo demuestra el hecho de que su impronta sigue articulando el imaginario cultural de toda una generación que luchó contra el franquismo, también como peor herencia del legado antigitano de los Reyes Católicos. Hito del teatro político flamenco, despertó, en un momento muy especial de nuestra historia reciente, los entusiasmos de los sectores progresistas que soñaban con la muerte del dictador Franco y el rechazo del conservadurismo reaccionario de quienes hicieron todo lo posible para mantener el statu quo de la dictadura. La representación de la obra, cuyo director escénico fue el gran bailaor gitano Mario Maya (1937-2008), atravesó toda la geografía española e incluso alcanzó París. Estamos ante la que podríamos considerar la primera expresión pública de un trabajo crítico genuinamente gitano de denuncia de los 500 años de persecución racial sufridos en nuestro territorio. Por encarnar los anhelos de liberación del Pueblo Gitano del Estado español y hacerlo por medio de un lenguaje que aludía a la larga historia de resistencia a través de la que desembocaba su presente, la visión de Heredia Maya resonó con los ideales de organizaciones emergentes romaníes, dejando una huella imborrable en generaciones de activistas e intelectuales hasta nuestros días.

«Muchos azotes me dieron/ por vivir yo con mi
gente […] Pero no serví a señores/ venenosos
como sierpes/ Por estos reinos vagué/ con una
deuda pendiente/ Pero ya no aguanto más/ que
soy un pueblo inocente»
.
obra -----Camelamos Naquerar