Nacida en Lublin, Papusza (‘Muñeca’ en Romanó) Bronislawa Wajs  (1910-1987) es, quizá, la poeta romaní más célebre de la historia reciente. Sobre su dura historia incluso se estrenó en 2013 la película del mismo nombre Papusza, candidata a los premios Goya.
Completamente autodidacta, consiguió escapar a la persecución nazi y pasó a la historia como una de las autoras romaníes más sensibles y originales del siglo.
De nuevo, podemos comprobar como ante la posible tentación de dejarse moldear mental y espiritualmente por un orden socio-económico exclusivamente basado en el deseo de ganancias materiales, la poeta romaní responde con un desafío contundente: «Nosotros queremos vivir». Es necesario tener en cuenta que este deseo no es la proclama de un simple eslogan, hablamos de una artista que pudo ser secuestrada y exterminada por los nazis junto a cientos de miles de parientes romaníes. Así, esta expresión vibra al son de la amenaza mortal que la vida gitana ha experimentado durante siglos en las periferias de una Europa fundamentalmente hostil a su mera existencia y diferencia. Papusza busca una huella, y la encuentra en su largo camino, en sus itinerancias, al encontrarse, cara a cara, en el bosque, con esa gitana que se cobija junto al fuego. Papusza materializa el poema más conocido de Rajko Đurić, Sin casa y sin tumba. Estamos, por lo tanto, ante la larga trenza romaní en la que vitalismo, herida y carromato se encuentran; sumergidos en un todo impronunciable, salvo por medio del lenguaje alegórico de la poesía.

«No queremos riquezas/ Nosotros, queremos vivir
[…] He caminado/ de bosque en bosque/ no he
encontrado esta huella/ Tan solo encontré un
fueguecito/ ahí, de pie, estaba una gitana […] es
esto la huella gitana».
obra -–-–- No queremos riquezas