Sociólogo, filósofo y poeta serbio, Rajko Đurić (1947-2020) es otro de los intelectuales romaníes más prolíficos e importantes del siglo XX. Activo en la defensa de los derechos humanos del Pueblo Rom, fue presidente de la Unión Romaní Internacional y formó parte de iniciativas políticas propiamente romaníes como la Unión Romaní de Serbia. Gracias a la traducción de su legendario poemario Bi kheresko-Bi limoresko (Sin casa y sin tumba) a manos del sociólogo caló Nicolás Jiménez, las generaciones hispanoparlantes venideras podrán seguir accediendo a su obra.
Ni casa, ni tumba: ese el contundente final de una alusión a un “antes” del nosotros gitano en relación al tiempo de los gadje en el que nuestra comunidad no sobrevivía recluida. La equiparación indirecta entre la casa, como lugar fijo, estancado, que se habita –o, mejor dicho, lugar en el que somos forzados a habitar– y la tumba como destino, también estanco, en el que nuestros cuerpos, ya inertes son sepultados nos otorga la pauta para comprender el sentido del poema. En él, también se nos habla de una anterioridad en la que las cosas eran nombradas de otra manera. Antes que nosotros, por lo tanto, nada; antes que nosotros, ni casa, ni tumba. Es decir, todo era vivo, todo fluía, incluidos nosotros. El carromato aquí es nombrado sin ser nombrado a través de sus contrarios, la casa y la tumba fijadas. En muchos países, durante siglos, los romaníes han incinerado los cuerpos de sus difuntos junto a sus pertenencias. Ni siquiera en la muerte, nos resistimos a ser interrumpidos. Obviamente, hablamos de prácticas culturales sujetas al contexto y a la extraordinaria heterogeneidad que conforma la cosmovisión romaní. Sin embargo, a través de estas alusiones al tronco común de nuestras ancestralidades, es posible encontrar los rescoldos de una forma de sentir vida y muerte que siguen palpitando en nuestro inconsciente colectivo como pueblo.
«Antes que nosotros/ Nada/ Antes que nosotros/
Ni casa/ ni tumba».
obra -–-–- Sin casa y sin tumba (2011)
